16 may 2007

Monopoly

(versión con corazones, citas a ciegas y terceros).

Yo creo que omitiste un párrafo en las reglas del juego. Me diste casillas de "ventaja". Después hiciste trampa, pero te arrepentiste, me diste fichas extra, pero para entonces fue tarde... yo ya había perdido.

Las reglas del juego sirven para plantear escenarios hipotéticos. En los cuales podemos imaginar, adelantarnos, pensar qué situaciones pueden ponernos en desventaja. La vida es como el azar de los dados. Y nos movemos en casillas como las situaciones. Si en la primera ronda alguien lastima nuestro corazón, va a ser mejor monopolizarlo (en lugar de ponerlo a la renta o traspasarlo).

El corazón va aprendiendo. Se reconstruye, se pone más duro que la vez anterior. Crea nuevas alianzas estratégicas, finalmente los ahorros de cariño, las comisiones de las caricias excedidas y la tasa fija de pasión nos sirven para cortar el listón de aquello que planeamos durante los últimos años: el monopolio de nuestro corazón.

Si la primera vez que jugamos, nos enfrentamos a dos rivales con relativa experiencia debemos ir con cuidado. Porque seguramente van a querer hacer trampa. O van a evitar leer un párrafo en las reglas. O sorpresivamente cambiaran algo que en el juego previo les hizo tomar otro camino.

Me regalaste propiedades compradas con dinero robado. ¿De casualidad el terreno era ejidal?