31 may 2007

Lucía y el Sexo

Voy a pararme aquí porque esto tiene buena pinta, pensé, y enseguida volví a apartar la graciosa relación sexual entre este agujero y el faro. Aprovecho esta parada para decir que con toda esta narración de viajero, pretendo expresar que aquellas primeras imágenes que vi en la isla contienen los significados más claros, naturales y profundos de Lucía y el sexo, ahora que la he terminado. En esta película la materia fundamental ha surgido del proceso de su descubrimiento; pongo aquí como prueba el hecho de que en aquel momento yo no tenía ni remota idea de hasta donde podía llegar.

Vuelvo a las posibilidades del agujero, vistas desde ahora mismo (tres años más tarde). Estaba contando la historia de una huida que, en el extremo de la isla, donde parece que ya no se puede avanzar, se topa con un agujero por el que se puede caer (la historia misma). Aquí aparece la tentación de escaparse en retroceso, y esto sé que es una idea de escritor, concretamente del personaje de Lorenzo, en el pasado de Lucía, su lectora favorita. Es decir, hay huidas que no van del todo hacia delante porque antes de llegar muy lejos pueden volver atrás para enfrentarse y resolver algo pendiente, justo en el punto de origen de la fuga, "para cambiarte el rumbo, si medejas, si me das tiempo" (como escribirá él). Sí, hay muchas fugas paradógicas, pero yo, entonces, viendo por primera vez ese agujero, no lo pensé, ya que el personaje de Lorenzo apareció seis meses más tarde.

28 may 2007

Quiero nalgas-tetas-culo

Quiero nalgas-tetas-culo / Quiero nalgas-tetas-culo

Favor de repetir la frase pasada a ritmo de raeggeton. Ahora cambien erres por eles. Y canten con sabor latino mi negra. Mi socio, mi yunta mami. Mi yunta es como mi carnal. El que jala conmigo. Boricua, colombiano, mexicano. Un chileno me preguntó que si venia de allá y otros compañeros de cuarto me han dicho que puedo parecer sudamericano. Ha resultado dificil pelear con los egos latinoamericanos. Es dificil encontrar el lugar de cada quien y acomodarnos en nuestros espacios sin interferir los ajenos. Pasamos la etapa de conocernos, de brindar de saber nuestros nombres y secretas intenciones. Fui el primero en llegar y la etapa me paso primero que a los demas. Asi que vi como se repetian las platicas con los españoles y colombianos. Incluso con la mexicana coatlicue que llegó despues. Todos tenemos el acento mas neutro pero en realidad todos competimos con el sol por el centro del universo. Todos sabemos de cine. Todos hemos leido harto. Unos conocen mas otros generos y otros tienen criticas mas interesantes que otros. Hay una chica actriz que definitivamente esta loca. La chica colombiana me observa demasiado. Dice que es poeta y trae como cinco copias de su libro. El cubano se ha tranquilizado y he tenido que salir del closet con el porque habia estado haciendo comentarios desagradables. Resulto gracioso, porque el tipo no tiene pedos ni es homofobico pero dormimos en la misma habitacion. Max y Daniel duermen juntos en la otra y el español duerme solo. Hemos tenido un problema con el inodoro, los solidos no se van y tenemos que usar cubetas. El español no supo que hacer con su mierda y la tapo con papel. Ha hecho un asco. El cubano cagó sobre el papel y le dejó un premio a Max antes de que entrara a bañarse hoy por la mañana. Yo comencé mi revolucion y orille al español a confesar su culpa. El español la cagó y me ha hecho enojar a tal grado. Creo que no se puede atentar contra algo tan importante. El lugar donde se descarga la furia contenida no debe ser bloqueado. Creo que todos hemos tenido paciencia de todos. Yo soy el mas freak. Siempre busco un espacio y soy reservado no puedo estar hablando con tanta gente pero he conectado con cada uno. A una le conte que me volvi loco alguna vez y a otro lo he estado tentando para que consiga marihuana. No quiero quedarme solo en un grupo pero todavia no me atrevo a buscar a los presuntos gays. Ya ubique a varios estan super jotas. Ya vi que me miran pero me sale lo indio. Hay un par de chicas que me han visto con mirada interesante. Creo que mañana tendre que usar mi playera roja porque tambien estoy sufriendo del sindrome de nadie nota que soy gay. Creo que eso me ha tenido marginado. A veces me dan ganas de salir en tacones pero o algo parecido. Pero nunca he estado de acuerdo con salir gritando hola soy aldo y soy gay. En fin. He estado comadreando con la coatlicue sobre los guapos. Es una niña de 21 años. Es muy gorda y fea, apasionada creo que es un poco naca y se dirige a todos con mucha propiedad. Estoy comiendo a unas horas muy extrañas y el hambre cotidiana me regresa a horas inapropiadas. Extraño el yoga pero no encuentro un momento para practicarlo. Hay comida vegetariana pero no se siente suficiente. LAs horas pasan lento y aunque estamos ocupados la mayor parte del tiempo de repente entra el fantasma del ocio. Hay cine en las noches pero no he tenido ganas de ver nada. Este lugar tiene otras estrellas en la noche. El cielo tiene otro azul y las nubes se mueven en dos direcciones. El campo es tan extenso que parece una pradera de Heidi sin ovejas y con calor. Hay un chico precioso de ojos azules y barba castaña. Max lo conoce pero no se de donde. He notado que me mira pero luego me evade la mirada. En realidad no sabes porque la gente te mira. Ni sabes lo que piensa. La comida tampoco la entiendo mucho. El sabor es fuerte y hay mucho arroz. Creo que el punto por ahora no es tanto de entender las cosas sino dejarlas fluir. Hay perritos flacuchos y desnutridos, casi todos de razas mezcladas y mas bien corrientes pero todos son divertidos. La tele pasa todos los canales internacionales. No en señal abierta, solo algunos vivos la pueden pagar. Ayer estabamos viendo Jerry Maguire en cinemax. No he probado muchas frutas pero hay jitomates, betabel, calabazas, leche, te, cafe, ron havana, cervezas, computadoras con windows pero sin word. El office solo tiene una calculadora y un notepad. Hay unos juegos, hay messenger. Practicamente hay todo y la verdad es una escuela muy reconocida. La gente que conoces aqui no creo que la puedas conocer en otro lugar.

27 may 2007

Bitacora de viaje


(el primer dia)


Llegué a la Habana a las 11:30 del 26 de Mayo de 2007. La palabra aclimatarse
tomó sentido en cuanto me detuve a esperar el equipaje. Empecé a sentir un bochorno
húmedo y la sudadera se me pegaba al cuerpo. Tampoco podía respirar muy bien y la maleta
no salía.Despues de pasar la aduana un señor alto y moreno, con barba larga y mirada triste
pero constante me saluda y me llama por mi nombre. Creo que la playera que traìa me
delato, una converse negra con letras blancas estampadas al pecho con el texto que
decía Mexico.

El señor me recordó mucho a Fidel y me subió a un taxi. El chofer no era de muchas palabras
aunque bien parecido. No dio muchos detalles de la vida en cuba y sólo se limitó a hacer
su trabajo ni esperar mas a cambio. Para este momento creo que el miedo y las dudas se habian disipado.

Al llegar a San Antonio de los Baños, crucé la caseta de la EICTV me atendio Nancy, una chica cubana. Me dio las llaves de mi departamento y me informó que compartiríamos con 5 personas mas la habitación: un matrimonio y tres hombres. Sali de inmediato y
me fui al comedor. La gente se veia interesante pero en realidad nadie me habló ni me saludó.
Después crei que sería por la playera que evidenciaba mi lugar de origen y en automatico levantó una barrera entre quienes pudieran iniciar conversación con la pregunta típica: ¿de dónde eres?

Comi arroz con mariscos, algo parecido a la paella y una sopa que se parecia a un gazpacho.
Es la comida criolla (que le llaman). Despues regresé a mi habitación porque a las 3 de la tarde saldría una guagua para La ciudad de la Habana. Eran 2:45 y ya habían llegado dos
compañeros mexicanos más. El primero en llegar, Daniel ya conocía la Habana, pero
curiosamente no nos cruzamos en el camino hasta la media noche. En cambio, Max, un
uruguayo radicado en México llegó justo cuando yo me estaba preparando para conocer
Ciudad Habana. Era su primera vez aquí igual que la mía, así que las referencias
y la búsqueda eran muy parecidas.

El trabaja en publicidad igual que yo y de pronto la gente en común comenzó a relacionarnos:
los lugares, las fiestas. Tiene 32 años y asi fue como nos hicimos amigos de viaje. Cuando llegamos a la ciudad, la guagua nos dejó en el jardín Coppelia. Ahí hicimos lo primero que nos dijeron que teníamos que hacer en Habana, comer un helado en aquella plaza. Pedí uno de fresa bombón que es fresa con chocolate, el pidió vainilla.

Caminamos por la calle y llegamos a un hotel, compramos mapas de la ciudad, pasamos por
fuera del Melia y despues caminamos al malecon. Ahi tomamos varias fotos y nos mojamos
sobre la acera. Igual que en la pelicula de yuliet, los niños se patinaban descalzos porque
el pavimento esta lleno de algas verdes que permiten deslizarse cual surf. Las fachadas de las casas estan carcomidas por la sal del mar y aunque la pobreza es evidente es un lugar maravilloso.
Se puede ver una fortaleza y la construcción del malecon tiene aproximadamente un siglo. Yo caminaba con Max y platicabamos, la gente se nos acercaba y pedían dulces o jabones y vendian cacahuates rancios.
A todos les dabamos cosas y nos empapamos con las olas. Después llegamos a la avenida
del Prado o paseo del Prado que es algo así como Reforma. Un camellon de marmol y los niños jugando futbol, artistas vendiendo sus oleos y gente paseando.

Max es alto, delgado, guero y ojiazul. Dificilmente adivinaban de donde eramos. Yo para
entonces ya no tenía la playera que decía mexico pero nos gritaban España o Argentina. Por
eso digo que no pude encontrar mejor pareja de viaje. Unas niñas en el malecón nos enseñaban la mitad de una palomita de maiz y la movian en redondo. Algo dijeron con una evidente connotación sexual que sonrojó a Max, pero yo no entendí. Había dos hombres abrazados, pero no se besaban.
Varios chicos me cerraban el ojo, no se si mi compañero se habrá dado cuenta
pero en algún momento fue demasiado evidente.

Después llegamos al capitolio pero ya estaba cerrado. Dentro hay alguna especie de archivo de la nación pero no funciona como nada mas que museo. Ahi nos detuvimos en una cafeteria y bebimos un expresso cubano y una cerveza bucanero. Lázaro fue un amble mesero, evidentemente homosexual, que nos atendió. Pero el no trabajaba ahí simplemente se tomaba una cerveza. Quizá esperaba algo a cambio por su platica o quizá no, pero nos contó muchas cosas sobre cuba, sobre la gente y resulto una persona muy amable con su cabello rubio decolorado. Desenvolvimiento fue la palabra
que Lázaro nos compartió. Se dice al chocar las copas mientras se brindas y es algo así como salud.
Me encantó, era lo que había que hacer: desenvolvimiento.

Despues caminamos hacia el parque central y nos despedimos de Lázaro. Un equipo de fútbol había tornado una pequeña discución que vimos comenzar una hora atrás en una gritadera y rencinlla que podría parecer descomunal. Pero en cuba no hay violencia fìsica ni armas de fuego.
Quizá clandestinas sí peo en general no hay violencia y la gente en las calels vive muy libre. Su problema es el sueldo tan bajo y el no poder salir de el país. Pero el cubano no sabe hacer las cosas en silencio, pero igual tiene conocimientos de marketing y de cinematografía mundial.

Si el cubano sufre grita y si goza, grita. En México quizá seamos más reprimidos y ahogamos
el llanto con canciones rancheras, silenciamos los gemidos del sexo con almohadas y cuando se sufre no se llora. Porque somos machos y los machos no se rajan.
Los cubanos han sufrido y se les ve en la mirada. Unos ojos profundos que sientes como
llegan hasta el centro de tu corazon. No es una mirada de odio ni de reclamo. Ni de culpa
ni de soledad. Es una mirada de honestidad, de dureza, de amor, de dolor, de vida, de Cuba.
Cuando ellos te miran se siente en el centro de la cabeza y en el centro del corazón.

Nos sentamos a mirar el mapa y jutno a nosotros Pablo y Belma. Pablo me hizo la platica y
en tres segundos terminamos hablando de francois Trauffaut y el cine frances, de Ozon y de Almodovar, luego fuimos a García Marquez y los cuentos peregrinos. PAsamos por un amigo suyo trabajando en la ibero y nos reimos de lo pequeño del mundo cuando le dije que yo tambien daba clases ahi.
Despues nos confeso que es amigo de Francisco Gattorno y que su mama le decia Popi de chiquito.
Max trabaja en television y tambien conocia a uno que otro cuabano que este amigo nos
contaba.

En el malecon vimos caminar a Joaquin Sabina con su esposa e hijo. Es tan igual a como lo ves en fotos, tan igual a su musica.


Supongo que esta parte de la ciudad es màs
parecida a las capitales norteamericanas pero junto a la habana vieja la mezcla
sucede con el barrio chino, la arquitectura española de la colonia, uno que otro
edificio arabesco y el barrio chino.


El desenvolvimiento llego con Pablo y Belma. Nos llevaron a Las Columnas, un restaurant
en un barrio bajo de la Habana. Nuestra `paranoia chilanga, de pronto nos recordaba que debiamos tener cuidado pero cada uno abria su corazón y sus manos con cada paso. Compartimos una primera noche llena de mojitos, nos mojamos como dicen. Tomamos cerveza, bailamos regueton y hasta recibi clases de salsa. Belma se parece a Carole. Tiene 32 años y un hijo de 4. Le tome fotos y me dijo que quiere conocerla, porque le platique de ella. Fue muy curiosa la conexión, tanto que incluso me presentó a su amigo Chi Chi. Una loca. De raza negra, camisa de manga
larga, jeans apretados y cabello muy oscuro. Tuve que invitarle una cerveza y ha sido una cosa divertidisima.
Belma nos pregunto que qué tipo de mujeres nos gustaban, Max contestó que las morenas y
a mi no me quedó mas remedio que decir "a mi me gustan los gueros".

Tras carcajadas, la Habana se abrio y yo me abri a la Habana. Conocer cuba es conocer a su gente y que la gente te conozca. Belma nos ha invitado a una reunion Yoruba, su religion. Nos dejo llevar camaras porque como somos gente de "cine" tenemos que grabar y conocer lo que
es. El miercoles tenemos que estar ahi, en una ceremonia del tambor (que le llaman).

Besos

18 may 2007

Pequeños y grandes éxitos

Casi todos ustedes han recibido mi famoso mail de fin de año. Y casi todos me reclamaron el no-envío del dichoso en aquel 2006 (ese que terminó hace casi 6 meses). A los que me reclamaron que no les copié, no, no les copié. Ni siquiera lo escribí. Estaba en un momento de mucha agitación personal, laboral. Todo era bizarro y no sabía si seguiría en ese trabajo. Salía a la tres de la mañana casi diario dormía de 4 a 5 horas. Seguía inmerso en la computadora y escribía y escribía y escribía y aprendía y lloraba y me quejaba y ya casi no quería seguir.

Después en ese fin de año vinieron unas largas vacaciones y desde entonces comencé a girar como un reloj y a cerrar todos los ciclos pendientes que tenía en ese momento. Y a abrir nuevos, como dar clases, cambiar de chamba, redefinir el camino, volver a empezar con amigos, acercarme a otra música y a otras costas, planear viajes, cambiar rumbos, romper rutinas y alejarme de la demencia. Esa que se genera cuando nada cambia.

Mi recamara se llenó de objetos nuevos, objetos insatisfechos, revistas multifacéticas, historias increíbles pero verdaderas, boletos de conciertos, boletos de cine, litros y litros de cafe o vino, cenas en la buena tierra, recibos de libros y más libros; discos y dvds; de historias que ustedes llenaron, lágrimas que limpiaron, sonrisas que compartieron, viajes que comenzaron. Personajes que conocieron, enojos que explotaron y el miedo a los 30, ese que sentimos todos, ese que no quisimos dejar entrar y omitímos en cada reunión.

A otros, los treinta les llegaron antes y algunos los volvieron a festejar. Otros comentaron lo bueno que es darle treinta vueltas seguidas al sol. Otros esperan a que los sietes se junten para llegar a ese momento. A mí, me falta todavía un año y me falta un mes para los 29; pero nunca me hubiera imaginado que en este momento podría escribir una antología. Que ni soy cantante ni tengo la trayectoria artística, pero ya saben como soy cursi hasta la pared de enfrente. Chillón, loco. Y ahora estoy terminando de imprimir mi reporte de experiencia profesional para titularme como lic. y escribí como 5 cuartillas de agradecimientos, que ya en su momento leerán. Y por fin terminé de pagar mi deuda de la universidad y estoy por presentar el examen y por hacer la preboda tan anhelada. Ya viví solo, ya tengo coche, ya se manejar y viajar al extranjero solo... creo que comienza el primer año de dejar de hacer cosas por primera vez y eso ha sido un aprendizaje inolvidable en este año. Una lección que no puedo dejar de compartirles.

Gracias por estar conmigo debajo de la luna y junto al bote verde. Por sentir terror y pánico en la vuelta de eje cinco y la viga desllantados, por ayudarme a que no se sobrecalentara el coche en plena Condesa, por llevarnos a la agencia 4 horas después con café en mano. Por escoger Acapulco como el cierre de las infinitas catástrofes del Monday, por mi outfit Abercrombie lleno de grasa. Con ustedes he pasado las lecciones más importantes, esas que te enseñan a sobrevivir (I will Sur-Drive). A unos se las conté, otros me ayudaron, con mensajes con crédito, con compañía con buena vibra con regaños.

A otros casi no me tocó verlos este año. Aunque fuera de lejitos nos enterabamos pero ustedes saben que los traigo siempre en mi mente y que si te llega este mail es porque aqui estuviste, cerquita. Esperándome, pensándome.

Mañana salgo de viaje, dos semanitas de merecidas vacaciones. Regresando será mi examen profesional. Es probable que tenga que salvar un poco de dinero para compartirles esta fiesta. Porque no soy fan de los festejos, los años te hacen crecer y el pelo se te cae y te salen arrugas. Pero también llega un momento en que hacerlo ya no es problema. Es parte del río que fluye, de las vueltas al sol y de entender que no tiene porque ser algo malo. Al contrario, en verdad se siente genial.

Estamos donde queríamos estar.

Será justo antes de los 29 y justo después de convertirme en lic. Regresando les llegaran los datos precisos de la celebración, pero por ahora solo quiero agradecer su compañía. Sus ratos, sus lecciones.

Y es así como un año más acaba. Pasa pero no pasa. Aunque no lo creamos ya hicimos una serie de pequeños y grandes éxitos. Ahí están, en nuestras manos, en nuestros anhelos en nuestras historias y en nuestras vidas constantes. Los milagros no radican en cosas extraordinarias sino en descubrir lo grande en lo pequeño. De descubrir ese éxito en seguir nuestros caminos, esos que a nadie más le sirven. Sólo a nosotros.

Perdón por no copiarles antes, pero mi año termina en este día y mañana empieza algo nuevo, algo que no se a donde me lleve algo que hace crecer y hace que la magia de no crecer permanezca.

Feliz 2007
los quiere, Aldo. Besos.

16 may 2007

Monopoly

(versión con corazones, citas a ciegas y terceros).

Yo creo que omitiste un párrafo en las reglas del juego. Me diste casillas de "ventaja". Después hiciste trampa, pero te arrepentiste, me diste fichas extra, pero para entonces fue tarde... yo ya había perdido.

Las reglas del juego sirven para plantear escenarios hipotéticos. En los cuales podemos imaginar, adelantarnos, pensar qué situaciones pueden ponernos en desventaja. La vida es como el azar de los dados. Y nos movemos en casillas como las situaciones. Si en la primera ronda alguien lastima nuestro corazón, va a ser mejor monopolizarlo (en lugar de ponerlo a la renta o traspasarlo).

El corazón va aprendiendo. Se reconstruye, se pone más duro que la vez anterior. Crea nuevas alianzas estratégicas, finalmente los ahorros de cariño, las comisiones de las caricias excedidas y la tasa fija de pasión nos sirven para cortar el listón de aquello que planeamos durante los últimos años: el monopolio de nuestro corazón.

Si la primera vez que jugamos, nos enfrentamos a dos rivales con relativa experiencia debemos ir con cuidado. Porque seguramente van a querer hacer trampa. O van a evitar leer un párrafo en las reglas. O sorpresivamente cambiaran algo que en el juego previo les hizo tomar otro camino.

Me regalaste propiedades compradas con dinero robado. ¿De casualidad el terreno era ejidal?

7 may 2007

Naked City

La crónica del pudor

Cuando leí hace varios años en alguna revista de fotografía, el nombre de Spencer Tunik no llamó tanto mi atención como su obra. La imagen de sus instalaciones se clavó en mi memoria por la fuerza magnética que provoca ver a tanta gente desnuda sin ninguna razón o motivación aparente. No podía dejar de repetirme "cuando venga a México, tengo que estar ahí".

Al enterarme de que por fin venía, me registré. Pese a que muchos se emocionaron con la idea y se registraron, no todos superaron el miedo a la vergüenza. Para mi el pudor se volvió una especie de “última frontera”. Una meta a la cual llegar después de varios obstáculos.

Comencé a practicar a diario en mi casa. Al despertarme, al dormir, al tender la ropa. Sólo es cuerpo y todos somos iguales. Este ejercicio se lo dediqué al inconciente, quien albergaba una especie de trauma, nacido en los cursos de verano del club deportivo al que asistía en la primaria o del machismo o de la doble moral.

Los animales pueden prescindir del pudor por el exceso de cabello y por la carencia de conciencia, los bebés también... y los adultos ¿por qué no? ¿Es acaso aquello que se arraiga en nuestra cultura lo que nos pone tabúes y decide por nosotros?

Si me preguntas qué sentí te diré que nada. Despojarte del uniforme de ser humano, ocupar tu espacio (un cuadrilátero de la plancha del zócalo por cada persona) era suficiente para no transgredir a los vecinos. Cuando él lo indicó el grito liberador se escuchó. Y se repetía a cada instante. Era el alarido avizor. Ese que comunicaba la completa desnudez de cada mexicano. Hice una pausa, por un segundo me arrepentí y por un segundo me conecté de vuelta.

Sudadera y playera fuera. Zapatos y calcetines, igual. Y en ese instante en que los primeros corrían hacia la plancha y los segundos nos percatábamos de aquello que sucedía, mi mente sólo pudo pensar que no había marcha atrás. Que el momento había llegado. Take it off. Tampoco hay tiempo para asumir lo que estaba haciendo. Me quité el pants con todo y calzones, mientras Spencer repetía en mi cabeza: "...quítense todo calcetines, lentes, pulseras, zapatos, calzones: todo".

Cuando estuve totalmente desnudo, con el alma y otras partes al aire en el centro de la ciudad quise guardar ese momento para el futuro. “Yo fui parte de esto”. Y entonces con el cuerpo así en cueros, como Dios lo trajo al mundo me acerqué a la plancha y ocupe mi espacio.

Y desocupé el miedo y el pudor. A mi lado unos novios abrazados. Adelante de mí, dos hombres argentinos dándose besos en la boca. Su desnudez física representaba también la de sus almas, la de sus sexos. Atrás de mí dos cuarentonas, lesbianas, pareja. Con sus cuerpos flácidos que seguramente se amaban en las noches y sus cabellos rubios entintados de subversión. Y a mi izquierda un señor de sesenta o más años. Semicalvo y pelo cano. Con una panza prominente y un cuerpo usado. Y atrás su esposa. Con cabello largo y chino, tez oscura y muchos años encima. Y a mi izquierda un joven universitario, titiritando de frío con ojos lindos y mirada tierna. Atrás, muchas chicas. Jóvenes, con cuerpos regios, curvos.

Todos entramos en una hipnosis colectiva, en la que lo último que importaba era la desnudez. Pero al mismo tiempo era lo más relevante, lo que todos sabíamos. La inconciencia así, diluyó el pudor; pero la fiesta mexicana, la sangre latina, la expresión de la sexualidad reprimida se convirtió en albur. En canto sagrado de consignas políticas. En silencio roto que nos hacía cómplices.

Sobre nosotros volaban aves y algunos aprovechaban para jugar con el doble sentido: "Miren a los pájaros", gritaban unos. Y en medio de las comandas, la vulnerabilidad. Alguien hacía referencia a Auschwitz y alguien imploraba una vez más en esa marcha de silencio y desnudez el "voto x voto". Otros se burlaban de la Iglesia y pedían al artista que se apurara para asistir a misa de 9. Otros más fiesteros, querían seguírsela en el ángel. "Vá-mo-nos-al-Ángel-vá-mo-nos-al-Ángel...-, repetían.

Bajo las primeras horas del domingo, comenzamos a saludar al sol en tierra azteca. Y la catedral como símbolo, también se diluía con el grito de "Norberto Rivera, el pueblo se te encuera". Saludamos a la bandera, aún cuando no estaba ahí. Y nos imaginamos de viejos contando esta historia a nuestros hijos y a nuestros nietos.
Había fiesta, pero no celebración. Hicimos la ola, como acto mítico de profundo respeto. Nadie juzgaba a nadie y no había motivos. Tampoco era una manifestación, pero jugamos a que lo era: Gordas, gordos, con estrías sin estrías, flacas, flacos, feos, feas, guapas, guapos, pobres, ricos, viejos, jóvenes, nacos, fresas, chundos. Todos, todas; nada, nadie. Unidos por una imagen sin voz y una causa inexistente. Desnudos porque sí y por amor al arte. Un juego de moral doble; de perversión tácita y no declarada.

En el Majestic, la prensa. En el cielo, un helicóptero. Aunque el sonido de las hélices impedía escuchar las indicaciones de Spencer. Poco a poco se acercaba el momento. Algún perverso pedía una lluvia de condones y otro preguntaba a qué hora empezaba la orgía, sin saber que ésta había comenzado desde hace rato. Todos sonreían sin imaginar que había cerca de dieciocho mil personas ahí, desnudas y concentradas. Gritando y festejando.

El cielo era azul, tan azul como los escalofríos que sentimos en la nuca cuando nos acostamos boca arriba. En medio del silencio, en esta postura relajada invocamos la transformación de todo lo que es susceptible de ser cambiado. Después, en la posición fetal, viendo hacia el interior de nuestro cuerpo desnudo, comprendimos una vez más que en realidad lo que hacíamos era absurdo y no tenía ningún sentido.

El sentido y la razón, eran tan propios como ajenos. Tan del arte como del espacio público. Era tan absurdo que resultaba razonable. Tan fugaz como el cometa Haley, tan efímero como las palabras dichas. Y al mismo tiempo redentor, liberador. El cuerpo desnudo, dejó de ser obsceno para invadir un espacio público milenario, hoy urbano. El morbo se diluyó en igualdad de circunstancias. Todos con la misma vulnerabilidad expuesta alrededor del asta bandera. Todos caminando y cooperando. Había quien gritaba y habíamos los que permanecíamos en silencio. Observando cada paso y cada instante para poder hablar de él, relatarlo. Explicarlo. Ponerlo en palabras.


Y entonces aplaudimos para entrar en calor. Para apoyarnos. Para ser solidarios y no sentirnos desnudos. Para olvidar la trasgresión y transgredir al mismo tiempo. Y entonces nos mirábamos a los ojos. O a un punto fijo. Pocas veces nos mirábamos las partes. Pero también el instinto despertaba y a uno que otro ‘se le iba el ojo’ espiando en íntimos rincones del sexo opuesto o del mismo sexo. Pero entonces alguien más nos miraba y se fijaba en nuestros propios escondites expuestos y el equilibrio se manifestaba. Por naturaleza y por nuestro instinto gregario buscábamos la verdad. Aquella a la que pocas veces tenemos acceso. Este acto –para algunos, impúdico y para otros lúbrico en exceso – además de liberarnos, iluminaba. Fue como regresar a la inocencia. Una vuelta al jardín del Edén sin comer frutos prohibidos.

Y de pronto, la manzana de la discordia. Tunick envía a los hombres a vestirse. Las damas permanecen vulnerables. Ellos corren por sus ropas. Llegan a disfrazar el pudor. Los más empáticos, esperaron en cueros a sus acompañantes femeninas. Algunos distraídos tardaron en encontrar su vestimenta. Otros en actos de camaradería, similares a los de las duchas en el gimnasio o los vestidores de los estadios, entablaron amistad y nuevas relaciones. Uno que otro se burlaba de la ropa interior del vecino y en el juego de palabras el doble juego del albur renacía. Esta vez sin fines catárticos. Ahora lo hacía con el único pretexto de tomar los testículos en la mano. Ya no están expuestos y ahora somos dueños del cetro. Podemos mirarlas desnudas, vulnerables…

…femeninas e intocables. Convertidas en fruto prohibido por los organizadores de Televisión Universitaria. Alejadas, místicas, virginales. Seduciendo una vez más la plancha del Zócalo. Dejando en claro que la ausencia del falo, más que débiles las hacia poderosas. Ellas suben y su espíritu se enaltece. Nadie las toca, nadie las mira. Todos contemplamos el momento en silencio y su poder se vuelve presente. No es una manifestación pero la fuerza sale por la garganta. Sí al aborto. Sí al principio divino. Si a nuestro poder de manifestarnos. Sí al poder de decidir sobre nuestro cuerpo.

Aunque lo imaginamos, no sabíamos que éramos tantos cuerpos unidos en uno mismo, sin voz. Una manifestación que no salió a la calle, que nació en un espacio urbano. Una celebración sin ropas ni disfraces. Una instalación con un estado del arte dudoso. Una frontera rebasada. Un miedo superado. Subversión pacífica. Manifiesto catártico. Una obra de arte. Un México distinto. Que aborta, que tolera, habla; un país que pierde la vergüenza, un lugar que crece. Un México que despierta... con la luz del sol.

5 may 2007

Infame

No me des permiso
no me adviertas no poder
con tus compromisos y tu ayer
no nos conocemos tanto
no hemos compartido todo
ni siquiera tenemos amigos en común.


Cuando estuve dispuesto a amar encontré a alguien ocupado.
Cuando la experiencia supera la edad, no importa lo bonito que seas. Siempre hay alguien más vivo con ganas de orinarte encima. En una tina de baño de un hotel caro.
O en e mismo antro.

Cuando estuve dispuesto a tener sexo, encontré a alguien que buscaba el amor. Cuando mis ganas de sexo se juntaron con su sed de amar, abrimos la puerta a la fantasía de su hombre. Su hombre con mirada voyeur. Sus ganas de verme penetrado por su novio. Sin juzgarnos. Solo los tres; dos en la cama. Uno con la verga activa. Otro con el culo pasivo. Otro emocionado con las pupilas (y otros orificios)dilatadas.

Infame. Pero yo tengo la culpa por enamorarme de tus ojos. Infame. Pero yo tuve la culpa por llevar meses deseando amar. Infame. Irresponsables. Pero poco a poco volviendonos locos. Yo te odio. Yo te amo. Yo te toco el miembro y lo imagino desnudo y solitario. Enorme. Devorándolo-

--Has tenido una fantasía erótica conmigo?-- Te pregunto. No respondes como era de suponerse. O respondes con un abrazo pero sin besos en la boca porque "no te quieres enamorar". Maldita puta. Ya no serás material de mis desvelos. O quizá si. De mis desvelos escritos en el cuerpo de la noche. Ya no serás material para tocarme en la soledad de mi desnudez. Mi desnudez a partir del domingo será pública. Pero no es algo que te interese saber

Para enamorarme
no necesito tu consentimiento
dame un solo beso
que dure más que una mentira.


La mentira dura lo que tardas en tirar a la mierda la primer página de tu novela apenas comenzada. Tus letras retorcidas que dijeron poco y que cada vez se alejan del primer borrador. Tu mentira dura lo que tarda en borrarse de mi mente el recuerdo de tu saliva en mi lengua. Tu mentira tarda lo que dura tu cuerpo erecto.
Tu mentira dura nada. Infame asesino violador del amor.

Penetraste, te acercaste. Pero no te lo llevaste. _Ni su mirada lasciva se lo llevo. No me has conocido tanto. No me has conocido aún. _No me esperes.

Algo me intriga mucho
de eso presumo saber
y si acaso curtimos
sé que nos vamos a entender.


Parecia que te entendia pero me di cuenta que no lo pedias tu. Solo una frase cinco palabras setenta o cien para develar tus secretas intenciones. Tu novio nos quería ver follar. Tu querias cumplir una fantasia ajena. Yo no quise y esas palabras rompieron todo lo que se construyo. Arquitectos de frases absurdas que no durarán.

Efimero, infame.

2 may 2007

Memmo Rex Commander

...y el corazón atómico de la vía láctea.

Cuando desperté, tenía un colchón de alpiste en los ojos. Forrado de manta y cubierto por una tela lisa y fresca. Mis párpados cerrados volaban con el peso de las semillas y la instructora de yoga nos regresaba de shavasana: el cadáver.

Soltar, dejar ir. Estar aquí y ahora en perfecta armonía con el universo. El comandante, mejor conocido como Memmo Rex Commamder hizo viajar su voz por el tiempo del universo. Ese que no se cuenta en segundos terrícolas, pedestres. Tan fuerte su voz que aplasta el tiempo con su gravida fuerza

Renuncio a todo menos a morir
sin ni siquiera haberlo intentado

Comandante... tengo miedo.
Comandante dice será será será será será

Abraza al mundo con tus alas de fuego
derrama todo lo que sangra de ti
y vamos por el túnel del amor


San Juan de Letrán déjame morir.

Renuncio a todo menos a morir
sin ni siquiera haberlo intentado

besar la tierra mientras puedas pisarla
bajar el volumen de la realidad
prepara las maletas de una vez
y tengo luz y tengo fuerza