"Allí donde se termina el espíritu de las plantas está el Om Mani Padme Hum, o el diamante en el loto. Aquí se concentra toda la religión tibetana. Del pantano sale un loto en el que crece Buda. Toda la relligión egipcia o budista se asienta en la incorporación de una planta. Porque ésta se abre al sol, expande su perfume, se hace dios. Yo soy una planta que crece del lodo, que crece de mi inconsciente; crezco de la conciencia, del conocimiento, y de mi ser sale el Ser de Luz, Todo esto tiene un remoto origen. La planta que incorporé en mí ha abierto mis puertas. Hay un koan en el zen que dice: "puerta abierta al norte, puerta abierta al sur, puerta abierta al este, puerta abierta al oeste. Es la respuesta a lo que es el Buda. No se comprende lo que eso quiere decir, pero al menos se comprende que algo se abre. La persona que no está iniciada en la creatividad se dedica a buscar, pero le va a costar mucho abrirse. Para ser creativo hay que soltarse. Y así se entra en el zen, porque la divisa esencial en el zen es soltar amarras, liberarse."
Alejandro Jodorowsky, Psicomagia. p. 299.