22 mar 2007

La agencia de mis sueños

En la agencia de mis sueños, el elevador sube y no baja. Aunque nos registran al entrar,
todo es puro trámite porque somos pocos y confiamos en nuestra buena voluntad.
Las paredes tienen colores vivos y claros. Se respira aire puro y siempre hay un clima agradable.
El olor es tan fresco, que fácilmente te haces adicto a lo que tu nariz respira día con día.
Los techos son muy altos. Hay pisos de madera. No hay rencores ni mala vibra. Siempre que existe algun conflicto con un cliente tenemos la experiencia para reaccionar efectivamente. Las relaciones humanas son nuestra área de expertise.
Si algún compañero falta o tiene una emergencia, todos los proyectos estan por escrito y cualquiera puede cubrir a otro y ayudar.
Reina la confiabilidad, porque si alguien mete la pata, sabe que no importa porque hay muchos soldados detrás que lo respaldan.
En la agencia de mis sueños todos nos llevamos bien, no todos somos amigos pero somos lo suficientemente
adultos y eso nos permite aclarar los posibles roces mirandonos a la cara y con la frente alta. Usando siempre las palabras precisas.
Tenemos sonrisas de medio labio en los pasillos y siempre hay algo bueno que comentar de los demás.
Mis jefes conocen mi personalidad por lo que entienden mi forma de trabajar y sacarle el mejor provecho. Todos tienen un liderazgo inusual y siempre hay un canal de comunicación abierto para brindar el mejor servicio al cliente.
Mi equipi confia al 100% en mi, nunca duda de mis capacidades y conoce mis límites, por eso hemos logrado trabajar
tan bien.
Hay otros que forman parte del escenario habitual de la vida diaria y otros a los que ya considero amigos.

En mi agencia ideal, dejé un baloncito azul de beisbol en tu tercer cajón. Te toca cuidarlo y no dejar que se caiga.

Sobre mi escritorio te dejé un termo para que calientes tu café o te. Alguien me la dejó el año pasado como estafeta y hoy te la paso para que sigas corriendo*.

En tu cajón dejé un silbato con forma del fauno de narnia. Cumple sueños cuando lo haces sonar, solo hay que pedirlos bien.

En mi segundo cajón hay un libro de los personajes más extraños del mundo, esos que conoci aquí. Ahora las próximas generaciones sabrán de ustedes.

Lo de cuna de lobos me lo llevo para recordarlos, pero tambien les dejo un monton de revistas, vales de taxi vacios, un vale de vacaciones, un portarretratos, un porta lapices noventero entre otras curiosidades.

En mis cuadernos dejo esta historia y los aviones de papel se quedan volando en el presente, porque en la agencia de mis sueños no existe el futuro ni el tiempo: existo yo. En el aquí y el ahora siempre es hoy y siempre habrá puentes que nos hagan llegar al lugar que tanto buscamos. Y porque no, encontrarnos eventualmente.

Gracias por venir. (en orden de aparición y/o desaparición)

Aarón, Denisse, Bulto, Saúl, Mich, Rene, Pepi, Pozo, Beto, Chuarfiters, Sirena, Dams, Alejo, Val, Scarlet, Trillo, Caro Durán, Kattya Olguín, Chisto, Güera, Nelson, Nestor, Angie, Gonz, Andrea Sánchez, Andrea Dupla, PatyDany, Mairels*, Ana Vargas, Oso, Hector, Maricruz, Copy Islas, Kranki, Francesa, Alexis, Arvizu, Oli, Gaby Galindo, Vero, Marce, Jose Ra, Uili y la nueva banda.

A todos los que se anexaron en el camino.

A los que me abrazaron en Yaute.

A mis cuentas de Ford: Memo, Lau, Blanquis, Myr, David.

A las niñas diayo.

A Martha Soler por el arduo trainee. A Laura Pho por las flores de mi perfil.

Y a los que me faltaron...


a todos gracias... totales.