27 abr 2006

no estoy intacto



pero a abandonarlo todo estoy dispuesto ahora

24 abr 2006

Pick one



¿Qué nos hace ser elegidos? El miedo del portero ante el pénalty es muy parecido al miedo que siente un niño cuando va a ser escogido entre dos capitanes de diferentes equipos, para jugar (lo que sea). Ser el último en ser escogido, sólo significa una cosa: de hecho ahí no te querían.

Quizá eras el de menor estatura, quizá el gordo, quizá el que corre como lelo, quizá el que corre como niña (si ya desde chiquitos se nos nota eso de no poder sostener la mano). Para algunos el miedo se voltea cuando el capitán del equipo te quiere copiar el examen en el salón de clases. Aunque esto no es una película gringa por lo general el que te copiaba salía con peor calificación.

Pero oh sorpresa, ¿cuándo una jota ha sido aplicada? Yo siempre fui tramposa. Cheater. Sacaba acordeón, copiaba, pasaba repuestas... pero además fina porque siempre me junté con los más matados y con los más populares. En la lucha de la sobrevivencia, una tiene que encontrar sus mejores armas. Tenía cero en conducta pero 10 en historia de las doctrinas filosóficas. Era de los mejore promedios en biología pero igual me iba de pinta y quien me recuerde en la prepa seguramente nunca me contrataría en una entrevista de trabajo.

No sufrí no ser electa la reina del baile de graduación, porque en México de hecho no hay tal. Pero sentí el miedo ante el gol y se repitió alguna noche en la que no ligué en living. O la ves que salí con Edmundo, me invitó una chela y le frustré la cogida porque me dio la malacopa terapéutica y no paré de hablar. Creo que escogí a la persona incorrecta para deasahogarme. Además creo que le conté mis traumas desde la infancia, cómo no me cortó antes! Ese si que esperaba que en algún momento cayera. Je je, creo que desde entonces además de controvertido soy manipuladorrrr. Él me eligió pero el no estuvo en la categoría de los "elegibles".

Y el miedo se vuelve a repetir. Me escogerán los populares en algún equipo? Me elegirán los matados? Me eligirán los alternativos? En la construcción de la personalidad propia, siempre hay un Match Point. En el tenis, es cuando estamos a un punto de ganar, en la vida es el momento clave. Encajas o no. Estás in o estás out. Entras al antro o te quedas afuera. Acepta darte un beso o no. Si te lleva a su departamento aceptas o no. El miedo lo tenemos y el miedo lo tienen. Pero el miedo se vuelve tu aliado. Es como cuando te vuelves freak de la adrenalina y te da por tirarte de un paracaidas, o viajar a Nueva Zelanda o hacerte un tatuaje.



Para Woody Allen el "Match Point" ha elegido a unos cuantos. Meet the Lucky ones. Los afortunados, con estrella, blessed... Poseen la chispa adecuada. Si graban discos venden o no venden. Si hacen una novela es leída o no. Puede ganar un premio y olvidarse en algún rincón de biblioteca o puede ser un best seller, ganar un premio y el autor no vuelve a escribir un éxito en su vida.

Es cuestión de suerte que la bola de tenis pase la red o no. De eso dependerá el éxito del juego. también cuestión de fuerza en el golpe y de posición de la pierna derecha. Y la posición de los astros y la metafísica y el efecto mariposa.

But you know what? Puedes ser afortunado pero no tener talento. Puedes tener suerte pero no inteligencia. No sé me resulta tan impráctico creer en la suerte. Porque entonces no tiene caso. Cual sería la necesidad de la causalidad. Para mi es importante saber que las cosas pasan por algo. La mayoría de las veces no se porqué ni para qué pero tampoco importa. Lo que ha importado es lo que he aprendido de ello. Y eso no tiene que ver con la suerte. El mundo me sorprende a cada rato porque decidi dejar de pensar si tenía buena o mala suerte. Si alguien muere, bueno así es la vida alguna vez tendría que entender como era la muerte. Si se me poncha la llanta, si me rompen el corazón, si no correspondo un amor, si choco, si me corren, si renuncio a una chamba increible, si no traigo dinero, si tengo mucho dinero y me lo gasto en pendejadas, si pierdo a un amigo, si le rompo el corazón a alguien, si soy egoísta, si me peleo con mi familia, si tengo sexo con un desconocido, si descargo todo mi enojo con mi jefa, si lloro enfrente de alguien importante, si decido ser actor, modelo, astronauta. No creo en la suerte, pero sí creo en el punto clave.


Ese que abre nuevas puertas, a eso unos le llaman suerte, para otros quizá es azar, para otros un giro involuntario del destino, o una supuesta confusa y complice conjunción de astros. Para mi, es un maestro.

Mi papá decía que la buena suerte existe y solo te pasa una vez por arriba y casi sin darte cuenta. En cuanto aparezca la oportunidad, saldrá temprano y recordará lo olvidado. Para otros, simplemente no era el momento. sabrá recordar lo que apareció como consecuencia y lo que viene de ella.

¿Cuál quieres?, pick one!

18 abr 2006

"antenita"



Era necesario. Estaba teniendo demasiada información y la recibía con interferencia. No estoy entendiendo a los seres humanos, esta antenita me está ayudando a codificar mejor los mensajes del planeta Tierra.

10 abr 2006

Motor de improbabilidad

Imagínemos que de todas las situaciones de la vida, de todo lo que nos sucede a través del tiempo, las azarosas casualidades y las diversas causalidades en realidad todas tienen un porqué. Aunque lo difícil, raro, exótico existe cuando nos damos cuenta que -de todos los escenarios posibles-, no sucede el mejor, ni el peor sino el más improbable.

A mi a veces me da la impresión de que cada día que me despierto, junto a mi buró hay un botón que activa el motor de improbabilidad. Entonces cada que salgo sucede que chocamos en el estacionamiento de un oxxo a menos de 20 km/h, o que soy despedido la noche de un lunes y al siguiente día que voy a recoger mis cosas, pareciera que todos sufrieron de amnesia y no había ningún despido. Lo más raro aún es que casi toda la agencia se enteró. Lo más improbable es un ataque colectivo de amnesia, y parece que eso fue lo que sucedió.

Es improbable que nuestros padres tuvieran hijos gays, es improbable abrir una puerta que de pronto nos deposite en otra galaxia o en otro tiempo. Es improbable ganar un amparo cuya única posible solución, es un milagro. Es improbable, más no imposible.

Y entonces el sábado estaba dormido, disfrutando de mis vacaciones cuando el dichoso botón me llevó a una fiesta improbable. Terminamos platicando sobre la interacción y compatibilidad de nuestros signos zodiacales y derivamos en algunos issues personales, desamor y otras improbabilidades. Será que el amor no es para este grupo de veintitantos, será que nos sentimos sólos y tratamos de llenar esos vacíos emocionales.

Fue así que se me develó la improbabilidad. No hay siempre, no hay nunca. Hay improbabilidad. Es como una ecuación de Einstein (Ns)(nN)=I. Y mientras reíamos y compartíamos nuestros vicios de carácter y presumíamos quien sabía más de que horóscopo, fue que me encontré ahí en medio, entre cosmos y manhattans en un bar de siempre en cualquier esquina de la ciudad de Nueva York. Charlotte nos contaba sus anécdotas de amor y Miranda se supo burlar bien de "la regeneración del himen". Samantha develó su disfraz y se asumió esquiva -como pez- en las cuestiones del amor. Para nuestro querido Stanny (Dams, o la mejor amiga buga del grupo gay) la noche tomó tintes trágicos y dolorosos cuando un curioso detonador le sacó unas gotas de sus ojos.

Por el caso de Susana, Carlos, Irais, nos enseñaron sus lecciones sexosas, incluso alguien se llevo una lección de besos sabor a takis. También hubieron clases de coctelería y lo mejor fue saber que nuestros problemas los compartimos por cuestiones generacionales con hombres, mujeres, bugas, gays. Todos pasamos por depresiones, trastornos de alimentacion, manías psicóticas y lo compartimos por ser humanos, aunque algunos vengamos de una galaxia lejana y el motor de improbabilidad nos haya traido hasta aqui un día. Such is life.

Y que tal que nos pasara, de todo, lo más improbable. Si por cada 5, 520, 899,407 de opciones tenemos sólo una probabilidad de que suceda eso tan improbable; lo verdaderamente raro y exótico sería darnos cuenta de que ese mismo número es nuestro número telefónico. O quizá es el teléfono de aquel ligue que no nos volvió a responder después de una noche intensa pero que lo dejamos por si acaso escrito en un post it en el cajón de la cocina.

Después de intentar la falda talla 29 y las botas Manolo Blanhik, el alcohol ya había hecho de las suyas. El alcohol se acababa así que decidimos continuar en casa de Stanny. Miranda decidió que Charlotte también pudo ser Donna Martin en Beverly Hills 90210. Ahí entendí que entonces yo pude ser Kelly, pero lo improbable fue haber sido Carrie Bradshaw por esa noche, nadie escogió ese personaje, por lo cual me lo decidí poner.

Todo fue improbable, pero me gusta ser Carrie por algunos momentos y tener cerca a este grupo de solteras de veintitantos.

3 abr 2006

Uno Entre Mil

2 de abril 2006.

Quizá mi abuelita -desde donde está- deseaba con todos ánimos preparale a mi papá ese mole veracruzano tan típico de ella en su cumpleaños.

Mi mamá se empeñó en hacer al pie de la letra todos los pasos para la "receta secreta" de la abuela. Y quienes probaron ese mole dicen que le quedó espectacular.

Color esperanza:

Después de recibir la noticia de haber ganado el amparo, mi papá se quitó el peso de encima que llevaba varios años cargando. Su rostro y el de mi mamá cambiaron. Se volvieron verdes: color esperanza. Mis hermanas y yo nos vestimos de esperanza el día de ayer para festejar.

Mi abuela, hizo de las suyas y mi papá sin querer, se vació encima la olla de mole antes de que pudiera ser probada. Adiós pantalones de lino. Adiós mocasines de ante. El cumpleaños se festeja en pants si no, no tiene chiste. Mi teoría es que mi abuela quería que mi mamá prepara en su casa el mole para que también ella pudiera echar mano y así agasajar a mi papá y a los convidados.

Y sí le salió. No probé el anterior pero el de ayer fue muy bueno. Hacia mucho que no veía a la familia. Somos eso que llaman "familias muegano" pero desde que mi abuela murió las cosas han cambiado. Al parecer ayer refrendamos nuestro lazo, pero esas coss no dependen de uno en particular. Mi papá no se cansó de agradecer a los involucrados. Lloramos, reimos, cantamos, comimos.

Todo para regalarle a mi papá esa canción que tanto le gustaba de Mijares (hace ya varias décadas). Así como el cantante hizo con su propio padre ayer, le dimos las gracias al nuestro, por ser "uno entre mil".

... que cuesta arriba la partida, el juego de la vida...