24 abr 2006

Pick one



¿Qué nos hace ser elegidos? El miedo del portero ante el pénalty es muy parecido al miedo que siente un niño cuando va a ser escogido entre dos capitanes de diferentes equipos, para jugar (lo que sea). Ser el último en ser escogido, sólo significa una cosa: de hecho ahí no te querían.

Quizá eras el de menor estatura, quizá el gordo, quizá el que corre como lelo, quizá el que corre como niña (si ya desde chiquitos se nos nota eso de no poder sostener la mano). Para algunos el miedo se voltea cuando el capitán del equipo te quiere copiar el examen en el salón de clases. Aunque esto no es una película gringa por lo general el que te copiaba salía con peor calificación.

Pero oh sorpresa, ¿cuándo una jota ha sido aplicada? Yo siempre fui tramposa. Cheater. Sacaba acordeón, copiaba, pasaba repuestas... pero además fina porque siempre me junté con los más matados y con los más populares. En la lucha de la sobrevivencia, una tiene que encontrar sus mejores armas. Tenía cero en conducta pero 10 en historia de las doctrinas filosóficas. Era de los mejore promedios en biología pero igual me iba de pinta y quien me recuerde en la prepa seguramente nunca me contrataría en una entrevista de trabajo.

No sufrí no ser electa la reina del baile de graduación, porque en México de hecho no hay tal. Pero sentí el miedo ante el gol y se repitió alguna noche en la que no ligué en living. O la ves que salí con Edmundo, me invitó una chela y le frustré la cogida porque me dio la malacopa terapéutica y no paré de hablar. Creo que escogí a la persona incorrecta para deasahogarme. Además creo que le conté mis traumas desde la infancia, cómo no me cortó antes! Ese si que esperaba que en algún momento cayera. Je je, creo que desde entonces además de controvertido soy manipuladorrrr. Él me eligió pero el no estuvo en la categoría de los "elegibles".

Y el miedo se vuelve a repetir. Me escogerán los populares en algún equipo? Me elegirán los matados? Me eligirán los alternativos? En la construcción de la personalidad propia, siempre hay un Match Point. En el tenis, es cuando estamos a un punto de ganar, en la vida es el momento clave. Encajas o no. Estás in o estás out. Entras al antro o te quedas afuera. Acepta darte un beso o no. Si te lleva a su departamento aceptas o no. El miedo lo tenemos y el miedo lo tienen. Pero el miedo se vuelve tu aliado. Es como cuando te vuelves freak de la adrenalina y te da por tirarte de un paracaidas, o viajar a Nueva Zelanda o hacerte un tatuaje.



Para Woody Allen el "Match Point" ha elegido a unos cuantos. Meet the Lucky ones. Los afortunados, con estrella, blessed... Poseen la chispa adecuada. Si graban discos venden o no venden. Si hacen una novela es leída o no. Puede ganar un premio y olvidarse en algún rincón de biblioteca o puede ser un best seller, ganar un premio y el autor no vuelve a escribir un éxito en su vida.

Es cuestión de suerte que la bola de tenis pase la red o no. De eso dependerá el éxito del juego. también cuestión de fuerza en el golpe y de posición de la pierna derecha. Y la posición de los astros y la metafísica y el efecto mariposa.

But you know what? Puedes ser afortunado pero no tener talento. Puedes tener suerte pero no inteligencia. No sé me resulta tan impráctico creer en la suerte. Porque entonces no tiene caso. Cual sería la necesidad de la causalidad. Para mi es importante saber que las cosas pasan por algo. La mayoría de las veces no se porqué ni para qué pero tampoco importa. Lo que ha importado es lo que he aprendido de ello. Y eso no tiene que ver con la suerte. El mundo me sorprende a cada rato porque decidi dejar de pensar si tenía buena o mala suerte. Si alguien muere, bueno así es la vida alguna vez tendría que entender como era la muerte. Si se me poncha la llanta, si me rompen el corazón, si no correspondo un amor, si choco, si me corren, si renuncio a una chamba increible, si no traigo dinero, si tengo mucho dinero y me lo gasto en pendejadas, si pierdo a un amigo, si le rompo el corazón a alguien, si soy egoísta, si me peleo con mi familia, si tengo sexo con un desconocido, si descargo todo mi enojo con mi jefa, si lloro enfrente de alguien importante, si decido ser actor, modelo, astronauta. No creo en la suerte, pero sí creo en el punto clave.


Ese que abre nuevas puertas, a eso unos le llaman suerte, para otros quizá es azar, para otros un giro involuntario del destino, o una supuesta confusa y complice conjunción de astros. Para mi, es un maestro.

Mi papá decía que la buena suerte existe y solo te pasa una vez por arriba y casi sin darte cuenta. En cuanto aparezca la oportunidad, saldrá temprano y recordará lo olvidado. Para otros, simplemente no era el momento. sabrá recordar lo que apareció como consecuencia y lo que viene de ella.

¿Cuál quieres?, pick one!

1 comentario:

Muegano. dijo...

creo en la perspicacia para aprovechar las oportunidades...en las movidas bien calculadas, esa es la suerte, lo demás es mera y vulgar casualidad.