25 jun 2006

Aldo y las Habichuelas Mágicas

En una lluviosa tarde de verano, me encontraba en casa, cuando mi mamá revisó la alacena y vió que estaba vacía. Ella me envió a vender la famélica vaca que pastaba en el jardín para tener algo para comer. Pero en el camino me encontré con un vagabundo que me ofreció intercambiar la vaca por 3 habichuelas mágicas, mismas que le habían sido vendidas pero no tenía instrucciones para usarlas. En mi grande deseo de dominar las cosas mágicas hice el intercambio: la vaca por las habichuelas. Al regresar a casa mi madre me dijo que había sido parte de un engaño y tiró las habichuelas por la ventana y me regañó diciendome que no creyera en las cosas de magia.

Pero las tiró en la noche de San Juan.

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